Elia Tarteando

Elia Tarteando

domingo, 13 de enero de 2013

BOMBONES

   Después de merendar los niños la fruta con chocolate que os contaba en el post anterior, aún quedaba mucho chocolate en la fuente, y por supuesto no lo iba a tirar. He visto que era la ocasión ideal para estrenar un par de moldes de todos los que me trajeron los Reyes Magos en casa de mis cuñados. 
   Ha sido un poco rollo eso de limpiar la fuentecita. Primero he ido cogiendo el chocolate con una cucharilla de plástico, de las que vienen con ella, e iba rellenando los huecos del molde.
   Cuando ya me era más complicado coger con la cucharilla, he usado una de mis herramientas favoritas en la repostería para rebañar... "la lengua de silicona", me encanta, porque hace honor a su nombre... no deja ni pizca de masa, en este caso, de chocolate, en el recipiente. He usado todo el chocolate que he podido, el resto, me ha tocado limpiarlo, lo peor, la base, que no puede meterse debajo del grifo, porque tiene el motor. 
   He metido en la nevera los moldes rellenos, y ahora acabo de sacar los bombones. Han quedado muy chulos, mañana cuando los vean los niños seguro que caen más de uno en sus bocas.

FUENTE DE CHOCOLATE

   
Hacía días que Luisete quería que sacáramos la fuente de chocolate que hace años me trajeron los Reyes Magos. La he usado creo que un par de veces, y después de recoger todo esta tarde, vuelvo a acordarme porqué: muy bonita, muy rico, muy divertido... pero para limpiar la baseeeee, ¡madre mía!
   Estando de vacaciones nos acordábamos de la fuente a deshoras, y cuando podríamos ponerla, en la merienda o de postre en la comida, nunca nos acordábamos. 
   Hoy Luis trajo fresones del mercadillo, y después de comer me acordé de la fuente, así que esta tarde la busqué y preparé la fruta para la merienda de los enanos.
Un plátano cortado en trocitos y varias fresas también cortadas, para cada uno. Preparados en los platitos de Mickey que venían con la fuente.

   Y, hoy que sí me acordé de la fuente, que teníamos plátano y fresas, voy al armario... y ¡no había chocolate! Pero con todo montado, no podía dejarlo así, me he vestido y he bajado al chino a por chocolate. Para mi desgracia (o quizá para mi suerte, porque así no he comido) no había chocolate negro. A Luis y Luisete el que más les gusta es el blanco, pero tampoco tenían. Así que al final, he comprado dos grandes tabletas de chocolate con leche de Nestlé, el típico chocolate, que creo que es el que menos me gusta a mí.
   Mientras se calentaba la fuente (que no calentaba mucho), he derretido el chocolate en el microondas, y ¡a merendar los niños!


jueves, 10 de enero de 2013

HOJALDRES RELLENOS DE LEMON CURD

   El último día de vacaciones, el día 7, vinieron a comer a casa mis suegros y mis cuñados. Preparé una lasaña el día anterior, y esa mañana, Luis y yo preparamos unos entrantes. 
   De postre, quería tener algo dulce, pero sé que a mi suegra no le van mucho los dulces muy dulces, (valga la redundancia), aunque últimamente estoy acertando, jeje. Le encanta el hojaldre, y casualmente tenía en la nevera un paquete de hojaldre refrigerado, así que busqué alguna crema para rellenarlo.
   Había leído en varias ocasiones hablar del lemon curd, lo que viene a ser una crema de limón, y ésta me pareció una buena ocasión para prepararla. Lo hice la noche anterior, y eso que llevaba adelantado. Por la mañana horneé el hojaldre en cuadraditos y cuando se enfrió los corté por la mitad y los rellené con la crema. 
   Quedaron muy bonitos, la verdad, decorados con azúcar glass por encima. De sabor... creo que debí poner algo de piel blanca del limón, porque estaba un pelín amargo, pero aún así, no sobró casi ninguno, que volaron al día siguiente en las manos de Luis... 

PIRULETAS DE CHOCOLATE

   El día 5, después de comer y antes de ir a ver la Cabalgata de Reyes, mi hijo pequeño y yo nos pusimos a hacer piruletas de chocolate.
   Por la mañana les había prometido que las íbamos a hacer, pero por unas cosas y por otras se nos echó la hora de comer encima, y según terminamos de comer, les propuse hacerlas, Luisete, el mayor, prefirió irse con su padre a jugar, así que me quedé con el "pinche pequeño" de ayudante.
   Corté un papel de horno en varias partes, preparé los palos de brocheta, cortándolos al tamaño que me pareció adecuado, y los repartí por las tiras de papel. En uno cacharrito troceé media tableta de chocolate negro que tenía, y en otro puse un buen puñado de pepitas de chocolate blanco valor para fundir, que compré hace tiempo, sabiendo que lo usaría un día u otro, jeje. Y mientras estaban en el microondas, preparé los sprinkles (los adornitos de azúcar y chocolate) que tengo, para decorar las piruletas.
   Una vez derretidos los chocolates, fui haciendo pequeños círculos con una cuchara encima de cada palito, y cuando terminé con todos los palitos, Pablo entró en acción. Llevaba un rato pidiéndome probar el chocolate, con su mirada pilla, intentaba meter el dedo en alguno de los círculos que ya había hecho... y por fin llegó el momento... le teníais que haber visto chupa que te chupa en los cacharros rebañando los restos, acabó de chocolate hasta las cejas, jajaja.
   Pero no os creáis que Pablo solo ayudó a rebañar, después de dejar los cacharros casi como los saqué del armario, entre los dos nos dedicamos a colocar adornos a las piruletas, virutas de chocolate a unas, virutas de caramelo de colores a otra, perlitas, confeti de azúcar, chocolate derretido blanco en la de chocolate negro y viceversa.
Así quedaron nuestras piruletas







sábado, 5 de enero de 2013

TARTA MUSICAL

   Esta vez, Mendi confió en mi para sorprender a Vicky, de nuevo una fiesta sorpresa... Digo confió en mi, porque dejó tooooooda la tarta a mi elección, y cuando le pregunto qué le gusta a Vicky, me dice lo único que tengo clarísimo sobre ella, y es la música... Cada vez que la escucho cantar, me quedo atontada, menuda voz, ¡cómo canta!
   Así que con taaaaaantos datos, me puse a maquinar, de nuevo Luis me ayuda con ideas, que luego yo modifico o que hacen que a mi se me ocurran otras cosas diferentes, ¡hacemos buen equipo!


 




Creo que la idea del micrófono fue suya, y yo la completé con el jukebox.










   Tarta casi terminada, pregunta para Mendi por el whatsapp, ¿le pongo los años que cumple?; respuesta a las tres horas (yo frita), lo que tú quieras. Como no contestó cuando necesitaba, y tampoco sé cuántos ha cumplido... va sin edad, pero sí le puse el nombre, en rojo, para darle un poco más de color.







 Cuando ya creí que estaba terminada, vi que faltaba algo por los laterales que estaban muy blancos... así qué añadí unas corcheas, y alguna que otra negra.



Vicky espero que te sorprendiera con la fiesta sorpresa, que creo que ya te olían, y que te gustase la trate, ¡Feliz Cumpleaños!
   Esta foto me la mandó Mendi, de la tarta ya en la fiesta.

TARTA GEORGE PIG

   Gracias a mi primera "relaciones públicas", Angie, la mamá de Alejandro vio la tarta de Pepa Pig que le hice a mi sobrina Candela, y como Alejandro cumple 2 años y le encanta Pepa Pig, me encargó una para su cumple. Como esta vez era para un niño, cambié a Pepa por su hermano George, por supuesto con su querido dinosaurio...
   Así quedó terminada.


   Como esta vez era un encargo y tenía que llevársela en coche, la envolví con papel celofán (con ayuda de Luis), y quedó así de bonita y presentable.


TARTA GOLF PERSONALIZADA

   Esta tarta ha sido muy especial, la preparé para mi padre, que por su 70 cumpleaños le preparamos una fiesta sorpresa. Los 70 ya empiezan a pesar, así que ha tenido que ir dejando de lado el tenis y el padel, para dedicarse al deporte del que siempre renegó, y que al final se ha convertido en una pasión, el golf.






   Empecé modelando un muñeco, intentando que se pareciera a él, y la verdad es que para ser mi primer modelado grandecito, no me salió del todo mal, del parecidooo... bueno, podemos de ir que se parece en la nariz y en el color del pelo... poco más, la verdad.





   La tarta, tres capas de bizcocho de vainilla, bañado con almíbar de canela y rellena de chocolate.















  En el hoyo, la bandera con el número 70, y asomándose por él un topillo, antes de que llegue la bola.














 Y como él siempre tiene el "pel-la" en la boca, le puse Pedro, El Perla.
   Trituré unas galletitas de canela, que por cierto me había regalado mi padre, para simular la arena.









   Las supervelas las encontramos mi madre y yo en una feria que pusieron al lado de casa, una especie de mercado medieval, o mercado artesano... de esos que ponen tenderetes y puedes encontrar desde un gorro de lana, hasta un chorizo de cantimpalo... Las vimos, y nos parecieron ideales para la fiesta, aunque no sabíamos cómo quedarían en la tarta. Y acertamos, porque quedaron genial.



  Su cara de sorpresa al encontrarnos allí a todos... es indescriptible, después del enfado que tenía conmigo por no haberme acercado a merendar chocolate... ¡Mil perdones papá! Fallaron los de los globos y me fastidiaron todo el plan de tarde que había programado.
   Muchísimas gracias a todos los que colaborasteis para qué la fiesta saliera tan bien, amigos, tíos, primos... GRACIAS de verdad.