En Navidad, en mi colegio, se celebra un concurso de galletas. El objetivo final es vender luego todas las galletas que llevan los concursantes, y el dinero recaudado se emplea para ayudar a la ONG Save the Childrens, así que además de pasar un buen rato, colaboras con una buena causa.
En Diciembre de 2011, a última hora, decidí que tenía que hacer algo para colaborar, aunque no entraran en concurso, la verdad es que me daba igual, lo importante es que pudieran sacar dinero para los niños. Así que cotilleando por la red, encontré unos ratones muy graciosos, y me puse manos a la obra.
Mi intención era ponerles un rabito también comestible, pero como lo hice todo a última hora, las tiendas ya estaban cerradas, para haber comprado unos regalices o algo, así que lo apañé con un trocito de lana.Así quedó el ratoncito después de sacarlos del horno.
Por la mañana llevé mis ratones al comedor del colegio, donde se iba a hacer todo. Por la tarde, bajé a ver todo lo que habían hecho, y me fui a casa, no podía quedarme esa tarde. Y cuál fue mi sorpresa al día siguiente, cuando al llegar de nuevo al cole, ¡¡me entregan el 2º premio del concurso de galletas y un diploma!!
Así que además de ayudar a recaudar fondos, me llevé una cajita de bombones (con lo que a mi me gusta el chocolate) y un diploma del que estoy muy orgullosa, jeje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario